jueves, julio 26, 2007

Ausencia

Por un momento estoy, no hay nada más que un aroma en el aire, mientras trato de recordar a qué o quién pertenece ese aroma, me pregunto que es eso que se extiende infinitamente.
Estoy y no hay nada más que una sensación de mareo que se funde con la luz que parece danzar. Estoy y no hay nada más que una mente sin recuerdos, una mente sin propósito con dejo de desesperanza. Estoy y no hay nada más que una razón sin ningún truco o trampa. Estoy y no hay nada más que un alarido que parece de dolor, de frustración. Estoy y no hay nada más que un futuro irreal, condenado al desvanecimiento. Estoy y no hay nada más que ese sabor amargo y áspero a la vez que trata de sofocar la más mínima ilusión. Estoy y no hay nada más que el deseo de rendirse, de no seguir por ninguna de las metas que tenías.

¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí?

Estoy pero ya no hay más dolor. Estoy pero ahora puedo moverme. Estoy pero ya siento ninguna carga. Estoy pero la razón desapareció. Estoy pero la esperanza ya no es necesaria. Estoy pero el rencor no murió. Estoy pero las mentiras existen. Estoy pero la promesa está incumplida. Estoy pero ya no hay deseo…

Estoy y sé que alguien más está aquí también en este infinito, sin embargo ese alguien tiene planes, ese alguien sabe algo que yo no. Lo sabe y yo trato de huir. Pero no hay razón Finalmente esta presencia toca mi mano. Sabe que ya no hay nada más, nada de que preocuparse. Fue solo por un momento.


¡Demonios, cómo deseo recordar de qué o quién es ese aroma!
Pero desgraciadamente, ahora ya no estoy.

El nombre de está fotografía también es ausencia.

Cuando tomé ésta fotografía ese alguien debería haber estado ahí.

Esta vez, no hay saludos.