sábado, marzo 22, 2008

Nota para tí.

Si mis acciones fueron correctas o incorrectas no tiene gran relevancia. En los pasos de una vida que ya no se mueve, me doy cuenta de que se hizo un gran daño. Antes de un momento, el sufrimiento ya no cabe en nuestras vidas, por el tiempo.
Nuestros cuerpos reflejan las marcas de una constante lucha en contra de algo desconocido. Y porque en algún preciso y curioso instante debe encontrarse el error de nuestra historia, que no notamos a tiempo o no quisimos notar.
Y aunque hablo en plural es en realidad solo el temor a la soledad de las palabras del corazón, después de verme envuelta por un cálido abrazo de juegos e ilusión, siempre anaranjado y paternal. Soñando que por ti dejaría siempre algo por hacer. Escondiendo que realmente quería escapar de una triste realidad.
No mientes, pues tus palabras rebosaban de sinceridad en todo momento. Pero no puedo dejar de pensar que tanta belleza no es real.
Quererte es ahora parte de mi existencia y aunque de una forma extraña y retorcida no te dejo escapar de mi pensamiento.
Me hace sonrojarme de timidez, el recordar que traté de imaginarnos juntos, de saber que algunas tardes aún lo hago. Me enamoré de la forma en que una pequeña niña lo hace en silencio del joven al otro lado de una calle. Esperando y no pecando de ignorancia que no podría llegar ahí, al menos no con los mismos sentimientos.
Por que siento una gran admiración por ti, que es capaz de atravesarte. De pasar por encima de cualquier distancia u obstáculo.
Me he creado una atenta dependencia a ti y lo disfruto, pues es el consuelo que me queda cuando el frío y la oscuridad me hace sentir mal.
Es entonces cuando busco tu mano y los recuerdos de lo que algunas veces me dijiste, me salvan y guían para seguir pensando en algo mejor.
Llenas el vacío que la vida me ha creado y aún anhelo el abrazo que prometí darte.
Aunque espero no haberlo hecho, perdóname si te molesté en algún momento. Si llegarás a pensar que alguna vez mentí, convéncete de que no es así, porque nunca me atreví a hacerlo.
Deseo y juro seguirlo haciendo, para que algún día me tomes en tus brazos y que de alguna extraordinaria e inexplicable forma, me quieras, y no como una responsabilidad, sino, por tu propio deseo. Suplico, sinceramente, tu perdón.
Y por primera vez, me alegro, de no guardar esta nota, que no es para mí… si no para ti.
Pero en este momento y desde aquel día, me gustaría saber ¿es que acaso, hice algo mal?

Saludos.

miércoles, marzo 05, 2008

Efímero Secreto

Para ti, Gustavo.

En los recuerdos de una vida incierta se siente un odio que sigue vivo como una sombra de luto inmortal que permanece inmutable junto a ti. La pena te aniquila día a día con el rostro de tu amada y hace recordar los pecados a cada instante que respiras.
Tu garganta se cierra y el dolor en tu pecho aumenta al escuchar su risa y olor de su fragancia jazmín.
Vives un engaño cada día y a pesar de disfrutar su visión, la fría verdad atormenta tus noches y sofoca tus esperanzas. Tu anhelo se pierde en suspiros que detienen el paso del tiempo cuando estás con ella. Retienes por siempre tus sentimientos por temor a asustarla y por temor al rechazo, al desprecio y a la repugnacia que crees que causar. Retienes tus sentimientos por temor a no poder amar nunca más.
En ella existe tu mundo, tu pena y alegría, girando al rededor de la dulce exitencia del confuso destino y un frío mirar.Y lamentablemente el eco de tu último amor junto con la represa de tu edad prohiben las palabras llenas de amor que deseas compartir. Prohiben amor y deseo.
Como un creyente estás en duelo céltico, siempre con el pecho cubierto de mentiras piadosas que brillan bajo la luna plata en su cuerpo de doncella.
Finalmente tu mirada permanece sobre ella, esperando simplemente, poder volverte a enamorar.

Saludos.