martes, marzo 30, 2010

Diálogo interior.

Tus esfuerzos son más como impulsos inútiles... casi humanos, pero igualmente ineficaces y son reducidos por esa jaula de barrotes invisibles e irrompibles. Destrozados caen tus intentos, sobre lágrimas de frustración anteriormente derramadas. Eres derrotado por la aplastante certeza de mis convicciones y mi falta de compasión, la cual perdí a través de las acciones y no del tiempo que ha pasado por mi.

¿Quién eres tu y como es que osas entrar a este mundo? Se te ha advertido, tus sueños son obscenos e incorrectos para esta realidad pues tu existencia se desvanece producto de la misma necedad, carente de fundamentos. No hay ningún propósito aquí para ti. Mi salvación es una opción que ha quedado muy atrás, oculta tras un velo de satisfacción.

Te enredo entre la seda de mis verdades, te muestro la fantasía del poder que me pertenece, de lo que puedo crear y destruir… Agobiándote con lo que te atormenta, asusta e intimida mostrándote como con simples palabras tus peores temores se alejarán. 

Y aún así esta idea trata de escapar de mí… Vuelve e invade mi cabeza con las órdenes correctas. No debo de permitirte entrar, debo temer que no puedas salir de esta enfermiza y retorcida vida. No debo querer hacerte daño o envenenarte con mis acciones, engatusarte con mis palabras o reírme de ti, castigarte y abusar de tu ingenuidad, dañarte, destruirte y disfrutar de tu bella fragilidad… 
Puedes ver como este monstruo se apodera lentamente de mí… Así cómo el temor se vuelve deseo…

Y para mi infortunio el deseo es permanente… tus brazos, tu silueta… esa mirada. ¿Cómo he de resistir a tan apetecible tentación? ¿Cómo he de decir no a tu virginal alma y compañía?

Escapa, huye de mí, de nosotras… mientras seas lo suficientemente fuerte para hacerlo. 

Lentamente te consumiremos hasta las mismas entrañas de tu ser, corrompiendo tus ganas, inhibiendo tu apetito. Derrocaremos tu mandato sobre el corazón y cada una de tus barreras caerá, aplastando toda esperanza en tu prometedor futuro. Tu voluntad desaparecerá al igual que tu razón y abrazarás está ultima oferta de obediencia.

Duele detenerlo... y está luchando por salir.
Al final, ni siquiera yo podré frenar esta locura…


----
Recomendación: Escape! - Phillip Glass