martes, septiembre 25, 2007

Temporal.

Si, cómo un temporal. Emociones que vienen y van. Piensas que nunca regresarán, pero ahí están de nuevo. Bueno y malo, dolor y placer. No es algo que puedas evitar.
Puedes cerrar los ojos y taparte los oídos, pero no evitar la realidad.

A veces la sequía es tan persistente, que pienso ya no poder seguir, pero esa brisa y la llovizna que le sigue me impiden quedarme en rodillas. Tengo que levantarme y hacer lo preparativos y por supuesto guardar energía para poder sobrevivir a la siguiente sequía.
Pero te extraño demasiado.

Vamos a esperar que llueva, pronto.

Cielo de Xalapa 24/04/07