lunes, septiembre 29, 2008

Estoy y me voy :)

Estoy realmente inestable en estos días. Cómo ya le he dicho a todo el que no me pregunta, soy una adolescente y soy inestable (no habrá una asociación de anónimos para nosotros?) ... Quiero escribir y escribo. Quiero hacer berrinche y hago berrinche. Desafortunadamente quiero a alguien y ese alguien no sabe cómo lo quiero. Quiero llorar y no puedo. Quiero dormir, pero me da miedo.

Pero no hace falta que nadie me lo diga, ya sé que mis problemas son de lo más patéticos como para lograr acomplejarme... pero lo hacen! Es estúpido y quiero gritarselo al mundo, Dejenme estar así.

cof cof... eso fue la queja del mes...

Como sea, ahora mismo, todo lo que escribo no es muy oportuno como para ponerlo aquí, pero en su tiempo lo publicaré, mientras quiero que lean (si no es mucha molestia) algo que no es mio, si no de una de mis autoras favoritas y de la que más he recibido influencia:

Era sentir y nada más

Yo, que siempre me he mantenido bien en las sombras, que siempre estoy discretamente negando con la cabeza, yo que siempre prefiero ceder la palabra, quiero hablar (así que mejor escucha, ahora tú, en la oscuridad)

Este es mi corazón y te lo dejo para que le hagas lo que se te antoje ¿Para qué quiero yo esta tripa que duele y se me sale por la boca?

Alguna vez inicié una cacería: sembré tu camino con trampas de manos, de saxofones. Hay criaturas que uno nunca termina de cazar por completo. Aquí te dejo mi cabeza de cazadora cazada para que la coloques sobre tu chimenea, para que la presumas, para que le uses de pisapapeles, para que la tires a la basura.

Ahora queda todo tan lejos: las estrellas, tus manos sobre mi cuerpo alcoholizado, tu ceja que se levantaba del otro lado de la mesa: nunca comprendimos nuestro idioma, nunca nadie comprende nada.

Y es tan fácil, pensar que seremos amigos y nos vamos a seguir riendo juntos, y saliendo con nuestros otros amigos y yendo al cine y de viaje: aquí tienes mis adentros rotos, mis ganas derrotadas. Te dejo aquí, sobre la mesa el hambre que me quedaba ¿Para qué sirven ya esas cosas que nunca se utilizaron bien y que sólo se desgastaron?

Podría reclamarte mis manos sobre tu cabeza, el calor en las noches, podría reclamarte el cariño, los cuidados, los dulcecitos que te compro de vez en vez. Pero no te los reclamo, te los dejo también para que los cuelgues en el closet, para que te limpies el culo con ellos o para que hagas lo que se te antoje.

Era sentir y nada más. Es algo natural, algo sin esfuerzo. Algunos cuerpos, algunas mentes, son diferentes. Me imagino que hay para quién no es tan fácil.

También te dejo una velita apagada, porque yo creo fervientemente que tú sientes pero no lo descubres aún. Cuando sientas que sientes préndela y yo sabré que es tiempo de volver por todas las cosas que te dejo y para sentir junto a ti y reír y reír y reír y ser feliz y ser lo que pensé que seríamos.

Aquí te dejo mi nombre para que me llames cuando quieras... ahora me voy a dormir por un periodo largo e indeterminado.

El amor no es una cosa para asustarse.


Ah... siempre me siento tan jodidamente insignificante cuando la leo. Se llama Alejandra, y aunque no la conozco personalmente, hemos hablado prácticamente nada y no me acuerdo como se apellida, la quiero de a montones, sólo por hacerme sentir así.

Otra cosa que me hace sentir así de momento es la ciudad donde estoy viviendo. Quiero regresar al DF, encontrar mi historia y retomarla, incluso conocer al resto de mi familia, por que no. Los amigos que hice en mis idas y vueltas, los lugares que me dejaron una impresión y escuchar lo que me decía al oído aunque ya no esté ahí. Incluso puede que esté huyendo de ti.


En fin demasiado por hoy. Quiero volver a escribir para el blog, así que me apuraré con lo que tengo que terminar. Mil gracias a los que se molestan en leerme a mi y a mis locuras.

Saludos :)